Comiendo salud

COMIENDO SALUD
¿Eres de los que creen que la salud está en nuestras manos? 
Por lo menos sería conveniente poner nuestro granito de arena. 

¿Qué mejor forma de conservar la salud que comiendo?
Ya lo dijo Hipócrates  (460 a C-370 a C) “Que la medicina sea tu alimento y el alimento tu medicina”.
Por supuesto para nuestras dolencias debemos seguir los consejos del médico o farmacéutico, pero es fundamental “poner nuestro granito de arena” comiendo sano.
Y aunque el concepto de comida sana varía según quién lo aplique, para mí, una comida sana es la que mira por nuestra salud y nos aporta bienestar sin prescindir de sabores y aromas exquisitos. ¡La comida es para disfrutar!
Al contrario de lo que pueda parecer, comer sano no es limitante, sino que abre puertas a otras opciones y aunque pensemos de antemano que no nos van a gustar, seguro que tienen un resultado inesperado y gratificante. Una de las mejores opciones es reinventarse los platos tradicionales que tanto nos gustan y de los que ni, en sueños, queremos ni debemos prescindir.
Cocinar saludable implica no solo elegir cuidadosamente los ingredientes de un plato, sino la forma de elaborarlo, que a veces también es la más sencilla. Ya sé que hay mucha gente que le cuesta meterse en la cocina, pero no es para tanto y puede que hasta nos divierta cocinar, como es mi caso, y si es con amigos y un buen vino… ¡pues mejor que mejor!
Sucede que, en cuestiones culinarias, estamos anclados en unos parámetros de los que no nos atrevemos a salir por la dictadura implacable de la costumbre.
¿Por qué limitarnos? Yo os animo a que cocinéis en casa, a que vayamos a los mercados y disfrutemos de lo que el mar y la tierra nos ofrecen con tanta generosidad. Y si comemos fuera, hagámoslo en sitios de nuestra confianza. ¡Aquí en Huelva, vemos a muchos profesionales de la cocina en el mercado! Ellos nos dan un buen ejemplo de investigación en busca de sabores y texturas inimaginables o simplemente innovando la tradición. 
Y es que comer productos cercanos y frescos es garantía de calidad y lo tenemos a mano.
Por supuesto, en el día a día, cocinar en casa nos permite saborear las verduras y hortalizas de temporada y no una triste de lata; controlar los niveles de sal y azúcar que se esconden en  conservas, pastas, arroces o panes, esto se traduce en una dieta anticaries-quema grasas; elegir el aceite idóneo para cocinar, como el de Oliva Virgen Extra o Girasol; reducir el colesterol y grasas abdominales consumiendo pescado fresco (el azul regalando Omega 3 no tiene precio); activar nuestro metabolismo consumiendo a discreción cebollas, ajos, especias  o hierbas, por no hablar del jamón que nos proporciona proteínas de calidad o carnes ibéricas si no queremos prescindir de ellas….  todo al mejor precio y para eso tenemos un maravilloso mercado que contribuye a que gocemos de una dieta variada y muy saludable. Un placer en todos los sentidos.