Las patatas cocidas con su piel conservan casi todas sus cualidades nutritivas, son fáciles de cocinar y deliciosas. Preparadas en puré se desmenuzan fácilmente desprendiendo un aroma para chuparse los dedos. Una promesa de innumerables platos fríos o calientes si, además, le pones un buen relleno.
Este rollo lo adorné con lo que tenía en ese momento, pues no se trata de salir corriendo a comprar, sino de aprovechar lo que tenemos en casa.
- 1 k y 1/2 de patatas
- 2 cucharadas soperas de mantequilla
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 2 tomates maduros grandes
- 2 latas de atún o melva
- 2 huevos duros
- Una pizca de orégano
- 1 bote de mayonesa, aceite y sal
1 . Lavamos las patatas bajo un chorro de agua fría, para quitarle la tierra que puedan tener, las cortamos a rodajas muy gruesas (para facilitar la cocción) y las cocemos con su piel. Yo las hice al vapor.
Mientras cuecen las patatas preparamos el sofrito. Picamos finamente la cebolla y el ajo y los ponemos a pochar con el aceite de oliva. Una vez hecho esto, pelamos los tomates y lo añadimos a rodajas con un poco de sal y orégano. Le ponemos una tapadera para que el tomate se ablande y luego seguimos sofriendo sin ella. El conjunto queda delicioso.
Quitamos la piel, agregamos mantequilla y machacamos con un utensilio adecuado. Probamos de sal.
*Debe hacerse con las patatas calientes y nunca utilizando batidora eléctrica porque pierden la consistencia.
Presionamos un poco para que no queden bolsas de aire y cuidamos los extremos para que queden bien cerrados. Para ponerlo en la bandeja, lo hacemos rodar sobre ella. Ya solo queda adornarlo a nuestro gusto.
Las rodajas de tomate cherry están asadas ligeramente y los pepinillos laminados muy finitos. O lo adornas como quieras.
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