Para tener siempre disponible. Esta es una de esas recetas que siempre vienen bien, un comodín para cualquier ocasión y porque tienes la seguridad que va a gustar. Como entrante acompañado de mayonesa o tu salsa preferida queda muy rico.
Sus ingredientes son sencillos, el procedimiento fácil y en menos media hora lo tienes listo.
Ingredientes:
- 500 g de pollo sin huesos triturado (o cerdo)
- 1 diente de ajo
- Sal+ pimienta negra molida+ tomillo+ cúrcuma
- 150 g de jamón serrano+150 g de jamón York
- 50 g de pan + chorrito de vino blanco
- 3 huevos
- Lonchas de queso suave para fundir (opcional)
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
*Precalentar el horno a 180ºC.
1. En una sartén 3-4 cucharadas de aceite rehogar el pollo con el diente de ajo muy picado a fuego fuerte para que no suelten sus jugos, unos 5 minutos. Conviene ir desmenuzando con el canto de una espumadera.
Poner sal, pimienta, cúrcuma y tomillo.
Remojar el pan con el vino y desmenuzarlo.
2. Apartar la carne en un cuenco grande y echar los dos tipos de jamón muy picaditos o triturados, la rebanada de pan remojada con el vino y los huevos crudos.
Remover y rectificar sabores de sal o especias porque le dan un toque muy bueno.
3. Echar la mezcla en un molde alargado forrado con papel de horno untado con aceite. Es el momento de cubrir con lonchas de queso para fundir, al gusto, que le aportan cremosidad. Dejar papel suficiente para poder cerrar el preparado.
*El queso se lo puedes echar entre los ingredientes si no lo quieres por encima. El queso debe ser suave para que no distorsione los sabores.
Introducir en el horno precalentado a 180ºC, calor arriba y abajo, posición media baja durante 20 - 25 minutos hasta que cuaje porque el pollo ya va cocinado. Comprobar.
*A la bandeja del horno le pongo papel de aluminio doble para evitar que se pueda pegar o dorar.
Se desmolda fácilmente tirando del papel.
Solo queda cortar en porciones y servir cuando lo necesites.
