Hay muchas versiones de espuma, algunas muy densas, otras más líquidas, con leche o sin ella, pero a mi me gusta hacerla solo con su zumo cremosa y suave.
La verdad es que es fresca y deliciosa, un postre comodín cuando esperas amigos o familia, porque siempre aciertas. Con otro tipo de naranjas también, pero la mandarina tiene un sabor más delicado.
Unir las dos de forma envolvente.
La verdad es que es fresca y deliciosa, un postre comodín cuando esperas amigos o familia, porque siempre aciertas. Con otro tipo de naranjas también, pero la mandarina tiene un sabor más delicado.
Ingredientes:
- 1 vaso de zumo de mandarina (tamaño agua) o naranjas
- 3 huevos
- 6 c de azúcar (o al gusto)
- 2 cucharadas de Maizena (o de Flanín el Niño si quieres toque de vainilla)
- 1 brick de nata para montar de 200 ml
- 2 hojas de gelatina
- *Si no te gusta la nata puedes poner yogur natural.
1 . Batir las yemas con el azúcar y la Maizena. Muy bien batidas para que no queden grumos.
2 . Incorporar el zumo de mandarina y lo poner a fuego moderado hasta que espese, sin dejar de remover. Este es el momento de incorporar las hojas de gelatina previamente remojadas en agua durante al menos 5 minutos y las claras montadas. Remover bien hasta que se disuelvan y tapar con papel film. Dejar enfriar.
Evidentemente la gelatina da más consistencia. Si no usas gelatina, le añades una cucharada más de Maizena.
3 . Montar la nata, procura que la nata esté muy fría y las varillas y el cuenco también. Unir las dos de forma envolvente.
Y agregar a la crema de mandarina.
Dejar en espera hasta el momento de servir en copas.
Solo queda decorarlas a nuestro gusto añadiendo ralladura u hojitas de hierbabuena.