Esta receta siempre funciona. Nos podemos permitir el lujo de acompañar el bacalao de forma suculenta y saludable, porque este pescado blanco es bajo en grasas. En este caso lleva pisto y va gratinado con una rica salsa de pimientos del piquillo ¡Riquísimo!
Ingredientes:
Ingredientes:
- 3/4 k de bacalao salado (6 porciones)
- 2 cebollas
- 2 dientes de ajo
- 2 pimientos verdes
- 2 calabacines
- 2 tomates maduros
- 1 copa de vino para cocinar o vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
Salsa de pimientos para gratinar:
- 2 cucharadas de yogur
- 2-3 pimientos del piquillo
- 2 cucharadas de salsa de tomate o kétchup
1 . Desalamos el bacalao, cortado en porciones, durante 48 horas cambiando el agua tres veces al día. Escurrimos y secamos con papel absorbente.
Ponemos un poco de aceite de oliva en un sartén pequeña, con unas láminas de ajo que nos servirán luego para adornar. Retiramos y freímos las piezas de bacalao ( no mas de tres juntas) 2 minutos por cada lado a fuego bajo. Primero la piel para arriba.
Retiramos y dejamos en espera.
2 . Preparamos el pisto de calabacín:
Lo vamos a hacer utilizando el mismo aceite de freír el bacalao.
Picamos cebolla, pimiento y ajo y los rehogamos en una cacerola con el aceite del bacalao.
Troceamos los calabacines y los añadimos al sofrito anterior.
Cuando está al dente le añado el vino blanco y el puré de los dos tomates. Para adelantar un poco sofreímos los tomates mientras se hace el calabacín. Algo de sal.
3 . Hacemos la salsa de pimientos triturando los pimientos con las dos cucharadas yogur y las dos de tomate frito o kétchup.
En una bandeja de cristal de hornear, ponemos una cucharada de salsa, el pisto y encima el bacalao.
Cubrimos con lo que queda de salsa y gratinamos al horno a 180º, calor arriba y abajo sin aire.
¡Listo!