No es que queramos cambiar el sabor de la coliflor, solo queremos darle un buen acompañamiento, o mejor dicho un complemento. Ya sabemos que esta flor tiene su característico sabor y, hay quién la rechaza directamente, o se pirran por ella, pero esta es una receta que gusta a todos, es probarla y solo se ven gestos de reconocimiento.... y caras de felicidad.
Esta coliflor rellena es rápida y fácil de hacer, se cuece en olla exprés y la carne del relleno no tiene mas ciencia que la preparada para hacer albóndigas. Es una receta familiar que viene de la mano de nuestra amiga Elena Alfaro que la aprendió de su suegra. Me comenta que -"Se le pone la carne picada por encima, a modo de boina y el vino tinto"- ¡Ea, pues perfecto, así será!
INGREDIENTES:
- 1 coliflor mediana
- 300 g de carne picada
- Aliño para la carne: 1/2 cebolla picada, 2 dientes de ajo picados, una rebanadita de pan (para celiacos pan sin gluten), perejil, 1 huevo crudo, sal y pimienta y especias a tu gusto.
Para la salsa:
- 2 cebollas
- 1 hoja de laurel
- 1 vaso grande de caldo o agua
- 1 vaso grande de vino tinto
Removemos bien y dejamos en espera.
2 . Rellenamos la coliflor a la que habremos quitado un poco del tallo mas duro, pero sin llegar a desmembrar los ramitos que deben quedar sujetos.
Ponemos la coliflor de pie y le introducimos la carne picada todo lo que podamos.
Dice Elena que-"Si está muy prieta le podemos hacer incisiones con un cuchillo e introducir la carne y el resto se le pone encima a modo de boina"-.
Espolvoreamos con harina (para celiacos sin gluten) y la sellamos friéndola ligeramente en una sartén. Yo no le di la vuelta, sino que le eché el aceite por encima para sellarla.
Freímos bien por la parte del tronco porque es mas dura.
La salsa:
Utilizamos ese mismo aceite para freír las cebolla cortada a trozos, algo de sal, pimienta y laurel, en olla exprés.
Incorporamos la coliflor, el vaso de caldo y el vaso de vino tinto.
Cocemos 30 minutos a partir del giro de la válvula. Fuego mas bien lento o medio. Si te resulta algo dura le das 5 minutos más.
La podemos cortar en cuñas o a rodajas, metiendo el cuchillo por arriba sin miedo porque los ramitos están bien sujetos al tronco. La salsa queda oscurita y muy rica.
Como la salsa la devoramos, a esta última rodaja le puse un poco mas de cebolla y vino tinto y lo trituré. Quedan como arbolitos. Para no perderselo.
¡Gracias Elena por tu receta!
Elena vive en Sevilla, una enamorada de su ciudad y de sus gentes, algo que yo comparto.