Un marisco excelente, un magnífico entrante para compartir, con una vistosidad que alegra la mesa y te hace guiños desde el primer vistazo. Tiene la ventaja de que aguanta en el escabeche como recién hecho y un sabor de auténtico lujo. ¡Siempre listos para comer!
Ingredientes:
Ingredientes:
- 2 k de mejillones muy frescos
- 6 dientes de ajo
- 1 guindilla
- 1 cucharada de pimentón dulce de La Vera
- 1 vaso escaso de Aceite de Oliva Virgen Extra (aproximadamente)
- 3 cucharadas de vinagre de vino ( un chorrito)
- 1 hoja de laurel (opcional)
1 . Limpiamos muy bien los mejillones bajo el grifo.
Cortamos las barbas con tijeras, porque si le das un tirón lo matas y los queremos cocer vivos.
Introducimos los mejillones en una olla (sin agua ni sal), tapamos y cocemos hasta que se abran. En un par de minutos están listos. No los dejes cocer innecesariamente porque merman.
Dejamos enfriar un poco y sacamos de sus conchas.
Colamos el caldo y reservamos.
2 . Hacemos el escabeche:
Picamos los ajos y los freímos, a fuego lento, en una sartén con el aceite de oliva y la guindillita.
Picamos los ajos y los freímos, a fuego lento, en una sartén con el aceite de oliva y la guindillita.
Añadimos la cucharada de pimentón, movemos la sartén e inmediatamente dos cacillos del caldo de los mejillones y un chorrito de vinagre.
Cocemos ligeramente para evaporar un poco el vinagre.
Si los vamos a usar de inmediato, ponemos unos pocos en una bandeja y regamos los mejillones con unas cucharadas de escabeche.
El resto lo guardamos, en un bote de cristal o fiambrera, cubiertos de escabeche y los metemos en el frigorífico.
Así los tendremos siempre a punto y llenos de sabor.
El caldo que sobre lo podemos utilizar en otra comida.
¡Listo! |