Solomillo ibérico de mi Lola

Esta receta está llena de ventajas, no solo por la materia prima, sino porque los solomillos se conservan durante mucho tiempo y siempre están listos para comer. La carne queda tierna y jugosa y, por si fuera poco, es rápida y fácil de hacer. 
Por algo obtuvo el primer  premio en el Primer Certamen Gastronómico de la Tapa Papera en Fuenteheridos  (Huelva).
La autora y ganadora del certamen es mi amiga Lola Zambrano, mi Lola, que ha querido compartir la receta en este blog. ¡Gracias Lola!.
He seguido los pasos tal como me lo explicó. Absolutamente rico.

Ingredientes:
  • 2-3 solomillos ibéricos 
  • 8-10 dientes de ajo
  • Tomillo
  • Pimienta negra
  • Pimienta blanca
  • Aceite de Oliva Virgen Extra
  • Sal
1 . Preparamos los solomillos poniéndoles sal al gusto, pimienta blanca y pimienta negra.
2 . Introducimos los solomillos en una cacerola que les venga justa de tamaño.
Ponemos el aceite generoso, que casi los cubra.

Añadimos los ajos cortados por la mitad a lo largo y dos cucharaditas colmadas de tomillo.
3 . Freímos a fuego medio entre 12-15 minutos. Les damos la vuelta a media cocción.
4 . Dejamos que se enfríen en la cacerola. Me comenta Lola que -" mejor de un día para otro, porque la carne reposa y gana en textura y jugosidad"- .
Cortamos en lonchas finas y servimos, sobre rebanaditas de pan, con sus ajitos en el centro y regados con su aceite. ¡Una delicia!
También lo podemos mantener "en conserva", dentro de su aceite en una fiambrera. ¡Quedan perfectos y listos para cuando lo necesitemos!

Lola es de Sevilla pero tiene hace años una casa en Fuenteheridos, a dónde se escapa en cuanto puede. ¡Lola con la sabiduría de la sencillez!