Estos buñuelos o tortillitas son adictivos de no parar, crujientes por fuera y esponjosos por dentro y la mezcla de sabores todo un acierto. A veces también los hago sin gambas y añado mas calabacín a la mezcla, pero las gambas aportan su excelente sabor y no quiero perdermelo. Resulta un bocado exquisito.
Ingredientes:
- 150 g de calabacín muy picado
- 250 g de gambas crudas peladas y picadas
- 200 g de harina
- 1/2 cucharadita de levadura (8 g)
- 1 vaso de agua (aproximadamente)
- 1/2 cebolla fresca
- 3 dientes de ajo
- 1 huevo
- Perejil
- Sal
- Pimienta negra molida
- Aceite de Oliva Virgen Extra
1 . Pelar las gambas.
Quitar la piel parcialmente a los calabacines. A mi me gusta quitarle la piel a tiras y no pelarlos del todo.
Picar los dos ingredientes muy menudos así como la cebolla, los ajos y el perejil.
Unir estos ingredientes en un solo bol.
2 . Añadir la harina junto con la levadura y el vaso de agua, de momento no entero porque la masa debe quedar espesa. Poner sal al gusto y algo de pimienta negra.
Remover con ayuda de una cuchara. Deben quedar espesas porque la yema y la clara, a punto de nieve, terminan de darle el punto.
Separar la clara de la yema del huevo.
Incorporar la yema a la masa mas los calabacines y gambas picados. Deben estar espesos porque le falta la clara.
Montar la clara firme con una pizca de sal y agregarla también.
Remover suavemente y comprobar el punto de sal.
3 . Freír en abundante aceite porque deben flotar.
Apartar sobre papel absorbente y servir.
¡Listos! |