Las aceitunas verdes o negras y la naranja casan de maravilla, le dan a las pechugas un toque fresco y a la vez fuerte, es un plato que juega con los sabores apostando sobre seguro: rico, fácil, económico y saludable. El toque de naranja le da el equilibrio. A mí, como me gustan mucho las aceitunas, las hierbas y los aliños... me encanta este plato.
Las aceitunas forman parte de nuestra gastronomía desde tiempo inmemorial, fueron fenicios y griegos quienes extendieron los olivos por todo el Mediterráneo y los romanos después lo hicieron extensivo para la producción de aceite.
Las aceitunas en salazón, con apariencia deshidratada, tiene su origen en los fenicios y sus salazones de todo tipo. El término aceituna procede del arameo "zaytüna" y posteriormente del hispano-árabe "az-zaytüna". Ya en la Antigua Grecia (la diosa Atenea era patrona del olivo) se utilizaban las aceitunas y el aceite no solo para la alimentación, sino para curar heridas y hacer ungüentos para los atletas.
Ingredientes:
- 1/2 k de pechugas
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 1 vasito de vino blanco
- 1 naranja
- Perejil, orégano, tomillo, pimienta negra molida, laurel
- Aceitunas verdes y negras (60 g de cada)
- Sal
- Aceite de Oliva Virgen Extra
1 . Cortar a dados grandes las pechugas, sazonar con algo de sal, tomillo, orégano (opcional), pimienta, el zumo de media naranja y un chorrito de aceite. Remover y dejar un rato en espera para que se impregne de todos los sabores.
En una cazuela amplia poner un poco de aceite y sellar los trozos de pechuga ligeramente. Apartar y dejar en espera.
En esa misma cazuela pochar a fuego lento la cebolla y ajos picados. Agregar algo más de aceite si hiciera falta.
Al pochar a fuego lento se desprende e integra lo que se haya podido pegar de la carne.
2 . Incorporar la pechuga que teníamos en espera, las aceitunas, el laurel, perejil, el vino y el zumo de la otra media naranja, que le va divino.
Cocer hasta que reduzca la salsa y quede espesita. Probar y rectificar al gusto.