En casa, somos amantes de la huerta por siempre jamás, ahora en esta época del año y después de las fiestas, se agradecen unas verduritas. Lo mismo el brócoli no es lo tuyo, pero lo más probable es que cambies de opinión cuando lo pruebes en versión albóndigas porque sorprende su sabor y con salsa de tomate están absolutamente ricas. Y muy saludables.
Ingredientes:
- 300 g de brócoli sin tallo (2 brócolis pequeños)
- 1/2 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- 1 huevo crudo
- 2 cucharadas de harina*
- 30 g de pan desmenuzado
- 1 cucharada de queso rallado (o 1-2 lonchas de queso para fundir tipo El caserío)
- Perejil
- Sal y pimienta
- Aceite de Oliva Virgen Extra
*Para celiacos en vez de harina se puede usar puré de patatas y el pan sin gluten.
Para la salsa de tomate:
- 1 k de tomates triturados
- 1/2 cebolla
- 1 diente de ajo
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Aceite de Oliva Virgen Extra
1 . Cocer el brócoli, cortado a ramitos, en agua con sal. En 8 minutos están tiernos. Escurrir.
Aplastar el brócoli con un tenedor y agregar la media cebolla y el diente de ajo muy picaditos (estos se pueden freír un poco para que pierdan fuerza), el huevo crudo, las 2 cucharadas de harina, la loncha de queso para fundir, el pan desmenuzado, perejil, sal, pimienta y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Remover muy bien para integrar todo y dejar reposar para que los ingredientes de las albóndigas vayan tomando cuerpo y se hagan fácilmente. Mientras reposa haremos la salsa de tomate.
2 . La salsa:
En una cacerola plana freímos la cebolla y el diente de ajo picados con algo de sal, añadir la cucharadita de pimentón, revolver unos segundos e incorporar el tomate. Remover y freír a fuego lento hasta que esté hecho.
3 . Formar las albóndigas procurando que sean del mismo tamaño para que se cocinen a la vez. Salieron unas 24 albóndigas. No las hice grandes. Apretar con las manos y freír en una sartén pequeña para no usar tanto aceite. Escurrir bien y echar en la salsa de tomate.