Albóndigas de bacalao (apta celiacos)

Las albóndigas son un gran recurso para la comida diaria, sobre todo si tenemos niños en casa ya que su textura y sabor les encanta. Estas de bacalao quedan muy suaves porque están hechas con patata y comerán pescado sin rechistar. He utilizado migas de bacalao en salazón, pero este es un plato que puede ser de aprovechamiento, si te ha sobrado bacalao de algún guiso, y queda sensacional.
La salsa puede ser la que quieras, de tomate, de cebolla y vino, o sin salsa acompañadas solo de mayonesa....Al gusto.
Ingredientes:
  • 200-250 g de migas de bacalao
  • 300 g de patata pelada y troceada
  • 1 - 2 cucharadas de puré de patata de paquete
  • 1/2 cebolla dulce
  • 1 diente de ajo
  • Perejil
  • 1 huevo crudo
  • Pizca de pimienta negra molida
  • Sal 
  • Aceite de oliva virgen extra
Salsa de tomate:
  • 750 g de tomate de pera triturado 
  • 1 diente de ajo
  • 60 g de aceite de oliva virgen extra
  • Pizca de albahaca
  • Sal 
1 . Enjuagar muy bien las migas de bacalao para quitar la sal. Poner en remojo con agua que las cubra durante unas 12 horas (probar para ver si están antes porque no queremos que queden súper sosas). 
Cambiar el agua 2 veces y guardar el último agua porque en ella vamos a cocer la patatas. 
*Si las compras desaladas te ahorras este paso, pero deben ser de calidad. Solo tendríamos que enjuagarlas.
Escurrir y secar con papel absorbente apretando un poco.
Cocer las patatas en el agua del bacalao unos 15 minutos o hasta que estén tiernas.
Escurrir y volver a guardar el agua. 
Muy importante es dejarlas enfriar completamente para que queden firmes al aplastarlas luego con los demás ingredientes, mejor con un tenedor, nunca batidora.
Rehogar a fuego muy lento la cebolla y el ajo hasta que estén tiernos. 
Añadir el bacalao desmenuzado y dar unas vueltas para freírlo un poco.
*Este plato muchas veces lo hago sin pochar la cebolla con el ajo, sino que lo dejo en crudo y lo uno al bacalao también sin rehogar, de esta manera el sabor es más potente pero puede resultar fuerte.
Si decides hacerlo así, pasa de la sartén.
2 . Poner en un cuenco el contenido de la sartén, las patatas cocidas, perejil machacado y el huevo crudo.
Machacar con ayuda de un tenedor, no usar batidora ni procesadora porque la patata perdería su consistencia.
Para que queden aún más compactas añadir una o dos cucharadas de puré de patata, de paquete y remover un poco más.
Hacer bolitas y freír en aceite de oliva.
Las albóndigas las puedes enharinar antes de freírlas, pero sin harina también mantienen su forma perfectamente.

3 . La salsa de tomate:
Poner el aceite en una cacerola plano y freír el diente de ajo y la cebolla muy picados.
Incorporar el tomate, añadir poca sal y la albahaca. Reducir a fuego lento hasta que esté espeso. 
Incorporar las albóndigas y algo del caldo reservado de cocer las patatas, solo si te resultara espeso. Así queda la salsa más suelta para terminar las albóndigas.
Cocer unos minutos y probar de sal.