El pisto es un plato tradicional a base de verduras de temporada fritas, sobre todo calabacín y berenjena, aunque estas pueden variar dependiendo del sitio donde se haga. Es un plato sencillo y delicioso que no tiene ningún misterio, pero todo tiene su punto para hacerlo de la forma más fácil y que quede absolutamente rico.
Este es un pisto al estilo andaluz, el que se ha hecho en casa toda la vida, uno de esos platos que te han acompañado durante la infancia, un plato de referencia, como el gazpacho o un puchero, a los que no podemos ni queremos renunciar. Si bien y aunque con el paso del tiempo el pisto se puede innovar agregando algún ingrediente, la esencia es la misma.
El pisto queda excelente acompañado de un huevo cuajado entre la verdura o con unos daditos de patata frita por encima. Rico a más no poder.
Ingredientes:
- 2 calabacines medianos
- 2 berenjenas medianas
- 1 cebolla grande
- 2- 3 dientes de ajo (según tamaño)
- 1 pimiento verde de freír
- 400 g de tomate triturado de pera (natural o de lata)
- Pizca de pimentón dulce
- Pizca de orégano (opcional)
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
1 . Pelar la berenjena y cortar a dados no muy pequeños y ponerlos en un escurridor. Espolvorear con sal para que suelten su posible amargor. Dejar así unos 20 minutos, enjuagar y escurrir.
Mientras tanto hacemos el sofrito.
2 . Picar el pimiento y la cebolla a cuadros no muy pequeños y de igual tamaño. Picar también los dientes de ajo y freír en una cazuela con un poco de aceite de oliva. Pizca de sal.
Una vez hayan tomado un poco de color agregar las berenjenas muy bien enjuagadas en el escurridor y pochar durante 6 - 7 minutos. Tomarán un poco de color y no se verán crudas ni con caldo.
Picamos el calabacín a dados del tamaño de las berenjenas y los incorporamos a la cazuela.
Rehogar a fuego lento hasta que los calabacines estén por lo menos al dente. Tapar la cacerola y se hacen antes. Remover con cuidado.Añadir el tomate triturado con media cucharadita de pimentón, que le va a dar un punto excelente, y una pizca de pimienta negra. La pizca de orégano es opcional pero le da muy buen toque. Lo mismo pasa con una pizca de azúcar,o stevia, si quieres minimizar la posible acidez del tomate.
Remover y dejar hacer por lo menos 15 minutos a fuego lento o hasta que el tomate esté hecho. Probar de sal y rectificar si fuera necesario.
*El punto del pisto es que no quede con caldo de las verduras, el tomate debe quedar "en su pringue", que su aceite suba y se vea, esto se consigue dando tiempo a que se reduzcan los jugos, se ve perfectamente al moverlo y ver el fondo de la cazuela. De esta forma en el plato no quedará nadando en caldo, sino un pisto perfectamente envuelto en el tomate frito.
Dejar reposar para que se intensifiquen los sabores y servir.
Con unos daditos de patata recién fritos, o un huevo cuajado, es un plato completo y de lujo.