Blanqueadas, tiernas y jugosas solo puede ser un plato para los propios ángeles. ¡Están divinas!.
Estas alcachofas solo llevan la parte tierna con su tallo, como corresponde a la flor que es, y no voy a decir que quitar las hojas duras es como deshojar una margarita...., pero la recompensa es celestial, ya que quedan ligeras, suaves y deliciosas y sientan de maravilla porque estamos comiendo salud.
Se blanquean (fácilmente) para evitar que se oxiden. Así se cocinan sin manchas y están siempre disponibles.
En salsa blanca de vino:
En aceite y aliñadas con vinagreta de perejil:
*Una vez blanqueadas quedan perfectas para hacerlas en salsa blanca de vino o simplemente metidas en aceite, cual conserva (ya que aguantan muchos días) y después aliñarlas con vinagreta de perejil. Siempre disponibles.
*Al final de la receta pongo como blanquear alcachofas de forma fácil y efectiva.
Ingredientes para las alcachofas en salsa blanca de vino:
- 10 alcachofas blanqueadas y tiernas(o las que necesites)
- 3 dientes de ajo picados
- 1/2 guindilla
- 1/2 vaso de vino blanco
- 1 vaso de agua
- 1 cucharada de harina
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
*La mitad de las alcachofas las puse en salsa blanca de vino y la otra mitad en aceite y las usé al día siguiente aliñadas con vinagreta de perejil (3 cucharadas de su aceite, 1 de vinagre, 1 diente de ajo picadito y perejil)
1. Poner en una sartén el aceite, los ajos picados, la media guindilla y las alcachofas todo al mismo tiempo. El aceite generoso porque a las alcachofas les encanta.
Damos vuelta a las alcachofas y, cuando veamos que los ajos toman color, añadimos la cucharada de harina en el centro de la sartén y removemos un poco para que se fría.
Agregamos el medio vaso de vino, removemos otro poco y dejamos evaporar uno o dos minutos.
A continuación echamos el vaso de agua y probamos de sal.
Cocer hasta que la salsa esté espesita y las alcachofas bien tiernas. Probar de sal y rectificar.
2 . Servir las alcachofas con la salsita por encima.
1 . En un cuenco grande ponemos agua con el zumo de uno o dos limones y unas ramitas de perejil. Es aquí donde vamos a echar las alcachofas a medida que las vayamos pelando.
En una olla ponemos agua con 2 cucharadas de harina disueltas en frio y la ponemos a calentar mientras pelamos las alcachofas. En este agua se cocerán y blanquearan del todo.
2 . Quitamos las hojas duras de las alcachofas hasta que veamos las tiernas de color amarillo claro.
Cortamos la punta de la alcachofa, ahora fácilmente, ya pelada. Utiliza un cuchillo bien afilado para que el corte sea más bonito.
Pelar el tallo y cortar la alcachofa por la mitad.
Introducir en el agua del cuenco a medida que las vayamos pelando.
Una vez terminadas de pelar las sacamos del agua escurridas (tiramos el agua) y echamos las alcachofas en la olla (que teníamos al fuego con la harina disuelta).
Las cuezo con las ramas de perejil del cuenco y los trozos de limón.
Cocer las alcachofas hasta que estén tiernas.
Ya están listas para ponerlas en salsa o meterlas en aceite que es la otra versión..
Si las vas a meter en aceite conviene que estén totalmente tiernas y así las tendrás siempre disponibles. Espolvorear con ajo picado y perejil.
En salsa