Las sopas y caldos son fáciles de preparar y, generalmente, son un plato ligero para entonar el cuerpo y excelente para dar a personas convalecientes.
Esta sopa la hago muchas veces para cenar, la verdad es que es un comodín que siempre viene bien y en cualquier momento la tienes disponible. No lleva fideos ni arroz , solo hortalizas variadas y como mucho una patata pequeña. El resultado es una sopa ligera y muy apetitosa.
He utilizado pechuga de pollo y hortalizas que suelo tener siempre en casa, pero se puede hacer con las que tengas a mano y más te gusten. Lo que sí aconsejo es que no falten calabaza y zanahoria que contienen betacarotenos, plenos de propiedades, y dan un color y sabor increíbles.
Ingredientes:
- 400-500 g de pechuga de pollo limpia
- 2 zanahorias
- 1 nabo
- 400 g de calabaza
- 1 rama de apio
- 1/2 cebolla mediana
- 1 patata mediana
- 1/2 calabacín
- 1 puerro mediano
- Jamón picado a taquitos
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
1 . Lo primero cortar la pechuga a taquitos y ponerla a hervir en una cacerola con agua y un poco de sal.
La ponemos sola, sin aceite y sin las verduras porque la vamos a espumar ya que al cocer creará una espuma que vamos a quitar y así es más fácil.
2 . Cortar las verduras a cuadraditos una vez peladas y limpias.
Incorporar a la cacerola.
Añadir un poco de jamón picado, sal y un chorrito de aceite.
A fuego lento y tapada queda muy buena.
*También la puedes hacer en olla exprés, si tienes prisa, y en 10-12 minutos la tienes, pero conviene espumar la carne y poner el agua más bien al ras.
Solo hay que dejar hervir hasta que se pongan tiernas las hortalizas.
Remueve de vez en cuando para que desprendan juguitos.
Probar de sal y rectificar sabores.
La dejas tapada hasta el momento de servir, calentita, en cuencos o platos hondos.
*En el frigorífico aguanta varios días en perfecto estado, por eso se puede hacer una sopa abundante para tenerla disponible. ¡Siempre apetece!.