Parece un capricho pero detrás se esconde un saludable plato. La merluza es apostar sobre seguro, es todo un clásico en la cocina con un recetario sin complicaciones, simplemente frita, en salsa verde, a la gallega, con gambas o en sopas siempre es una delicia.
Si no dispones de merluza se puede sustituir por caballa u otro pescado que te guste.
Hoy se trata de un bocado crujiente, sin espinas, con mucho sabor porque está aderezada con un poco de ajo, perejil, limón y luego rebozada y frita. Ya en la mesa va acompañada de ricas salsas para dar un toque. Un plato ideal para compartir que encanta a los niños.
El rebozado es con la harina que más nos guste, o pan rallado crujiente, según preferencias o necesidades. Con harina de arroz o copos de avena queda un rebozado crujiente y sin gluten. Estas van rebozadas en copos de avena.
Las salsas que he utilizado son de mayonesa con un toque de ketchup, y otra de salsa alioli. O simplemente mayonesa.
- 1 merluza mediana
- 1 diente de ajo +perejil +zumo de medio limón (triturado o majado)
- Rebozado: huevo batido y harina de arroz, o copos de avena, o pan rallado crujiente
- Sal
- Aceite de oliva
- Salsa mayonesa con ketchup
- Salsa alioli (o falso alioli)