La clave es que los ingredientes deben estar bien aderezados y escurridos pues así la masa de la base queda crujiente. La masa que utilicé es de hojaldre (comprada), pero se puede utilizar masa brisa o quebrada, con gluten o sin gluten según las necesidades.
Esta tarta salada es muy fácil, la base queda muy ligera y crujiente y los demás ingredientes son sabrosos y nutritivos.
Ingredientes:
- 1 lámina de masa de hojaldre redonda
- 1 paquete de tomates cherry
- 1 lata de sardinillas
- 1 huevo crudo
- Majado: 1 diente de ajo, perejil, sal,1 cucharadita de aceite
- Pimienta
- Queso rallado
1 . Cortar los tomates cherry por la mitad.
Hacer el majado con el diente de ajo, perejil y pizca de sal. Añadir la cucharadita de aceite y remover. Echar por encima a los tomates para que tomen sabor.
2 . Sacar la bandeja del horno y precalentar a 200º C.
Desenrollar la lámina de hojaldre y dejar debajo el papel que la envuelve. Poner en la bandeja del horno la masa con su papel, doblar los bordes pellizcando la masa, pinchar la superficie lisa de la base con un tenedor para que no se abombe, meter en el horno y hornear a 200º C durante 3 minutos o hasta que se haga un poco sin dorarse (como en la foto siguiente). Sacar del horno.
Pintar con huevo batido para que se impermeabilice la masa. Distribuir los tomates cherry y las sardinillas. Yo solo puse una lata de 8 sardinillas pero le puedes poner otra más si es tu gusto.
Echar por encima el queso rallado y meter otra vez al horno a la misma temperatura calor arriba y abajo (sin turbo).
Dejar hacer hasta que se dore y se gratine bien el queso.
