Hay mucha tradición a la hora de cocinar un pollo, algunos prefieren sabores suaves y otros optan por sabores potentes y predominantes. Esta salsa roja es para descubrirla, está llena de sabor pero sin aromas predominantes, es el conjunto de sus ingredientes lo que hace que el pollo esté delicioso. El vino y las pasas son un verdadero acierto.
Ingredientes:
- 1 pollo de 1,5 kg (troceado con hueso)
Para macerar el pollo:
- Tomillo y romero
- 2 dientes de ajo machacados en mortero
- Pimienta negra molida
- Pizca de sal y chorrito de aceite
Para la salsa:
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 2 dientes de ajo
- 3 tomates de pera
- Pizca de pimentón dulce de La Vera (puntita de una cuchara pequeña)
- 1 cayena pequeña (opcional)
- 1 vaso de vino blanco (150 ml o algo más)
- Un puñado de pasas
- Aceite de oliva y sal
* Puse una cayena pequeña a la salsa porque le da un toque excelente. Si no la quieres poner prueba con algo de pimienta.
1. Echar el pollo troceado (le quité la piel a los trozos) en un cuenco grande y añadir el tomillo, las hojitas de romero, los 2 dientes de ajo machacados en mortero, pizca de sal, pimienta negra molida y chorrito de aceite.
Remover con las manos para que el pollo se impregne de sabor. Dejar reposar unas 2 horas tapado con papel transparente.
En otro cuenco más pequeño poner el vino con las pasas, para que se remojen.
2 . En una cacerola poner un poco de aceite y dorar los trozos de pollo por tandas, 4-5 trozos de cada vez para que se sellen y no se cuezan perdiendo jugos..
Ir apartando el pollo en una bandeja y dejar en espera.
3. La salsa:
En el mismo aceite de sellar el pollo (más el resto del marinado que pueda quedar), freír, a fuego medio, la cebolla, el pimiento y los 2 dientes de ajo muy picados. Pizca de sal.
Una vez tiernos y antes de que se doren, añadir los 3 tomates de pera triturados y pizca de pimentón (no poner más cantidad de tomate). Pizca de sal.
Añadir también la cayena, si has decidido ponerla.
Freír a fuego lento hasta que quede espeso. Probar de sal y rectificar.
Incorporar el pollo y remover para que se impregne bien.
Echar el vino con las pasas, remover y esperar un poco para que se evapore el vino.
Añadir un vaso de agua aprovechando si queda restos en el mortero dónde maceramos el pollo. Todo se aprovecha en beneficio del sabor.
Cocer hasta que el pollo se ponga tierno y la salsa reducida. Probar de sal y rectificar.
Cuando empezó a hervir un ratito le puse la tapadera pero sin tapar del todo. Comprobar que esté tierno y la salsa reducida. Dejar reposar ya tapado hasta la hora de servir.
La salsa queda con un gran sabor. Absolutamente rica.
Este pollo se puede comer solo o acompañarlo con patatas fritas, pasta o arroz hervido y salteado en la base del plato.... y encima el pollo bañado con su salsa roja.
