Un plato muy básico para disfrutar en familia. No se trata de hamburguesas o albóndigas, son una versión más suave y ligera, la carne no va picada sino cortada a cuadraditos pequeños, son más planas y finas y se pueden acompañar con lo que quieras, incluso con una simple ensalada verde.
En salsa de tomate ganan sabor y va muy bien con su textura. Un plato muy básico para disfrutar en familia.
Ingredientes:
- 500 g de pechuga de pollo
- 3 dientes de ajo
- Perejil
- 100 g de cebolla
- 2 rebanadas de pan (40 g)
- 2 huevos M
- Pimienta molida, cúrcuma y nuez moscada
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Salsa de tomate:
- 1 lata de tomate triturado de 400 g
- 1/2 cebolla grande
- 1 diente de ajo
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1/2 cucharadita de orégano
- Pizca de comino molido
- 1 guindilla pequeña
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
1. La salsa de tomate:
Picar la media cebolla y el diente de ajo y freír en una cacerola plana y ancha. Echar también la guindilla.
Una vez tiernos agregar el tomate, orégano y pizca de comino.
*Pizca de comino para que no sobresalga su sabor, pero está.
Poner sal y freír a fuego lento.
Una vez hecho, apartar del fuego y dejar en espera. Probar de sal y rectificar si fuera necesario. La sal con moderación.
2. Las tortitas:
Triturar el pan, los 3 dientes de ajo y el perejil.
Cortar las pechugas a cuadraditos muy pequeños.
Condimentar con algo de pimienta, cúrcuma y nuez moscada. Remover.
Poner en un cuenco el pan triturado con el ajo y perejil, la cebolla picada, los huevos batidos y las pechugas. Mezclar y poner pizca de sal.
Si quedara la masa algo floja añadir una cucharada de harina y remover otra vez.
Poner un fondo de aceite y tomar porciones a cucharadas para freír las tortitas. Procurar darles forma redondeada.
Hacer primero 1 sola para comprobar sabor y textura. Rectificar de sal, si fuera necesario, o de harina.
Freír el resto de las tortitas y apartar en una bandeja.
Echar las tortitas de pollo en la salsa de tomate terminada, añadir medio vaso de agua y hervir todo junto a fuego lento unos 10 minutos.
Tapar la cacerola y dejar reposar hasta la hora de servir.
Inspirada en las tortitas de bacalao de Yotam Ottolenghi. Aunque con otros ingredientes y medidas.