Estas croquetas son las preferidas de mi hija. Un bocado crujiente y untuoso que combina los sabores intensos de la espinaca y el queso. Una forma irresistible de comer verduras.
Una de las claves de estas croquetas es no usar harina, sino que he utilizado puré de patata, de paquete, que asegura una textura ideal para la mezcla de espinacas y queso.
Ingredientes:
- 300 g de espinacas frescas, solo las hojas (1 paquete)
- 2 dientes de ajo
- 3- 4 cucharadas de puré de patata de paquete
- 2 lonchas de jamón* picadas (20 - 30 g) (excepto vegetarianos)
- 1 huevo duro
- 1 vaso de leche
- 2 cucharadas de aceite + 1 cucharada rasa de mantequilla
- Pizcas de sal y pimienta
* El jamón puede se serrano o cocido.
* No congelar las croquetas porque la patata pierde consistencia. De toda formas no van a sobrar....
1. Cocer las espinacas en un poco de agua y algo de sal. Escurrir y dejar enfriar.
2. La masa:
Poner en sartén las dos cucharadas de aceite más la de mantequilla, echar los ajos picados, freír ligeramente sin que lleguen a tomar color, y añadir el jamón y las espinacas. Rehogar un poco todo junto.
Incorporar el queso, remover para integrarlo y echar el huevo duro muy picadito.
Ahora la leche. Remover y dejar que se caliente.
Incorporar las cucharadas de puré de patata tal como sale del paquete.Remover hasta que espese, probar y rectificar sabores. Cuidado con la sal porque el jamón y el queso aportan.
Apartar cuando se despegue de la sartén y tenga mucha consistencia. Dejar enfriar en un plato.
3. Las croquetas:
Tomar porciones de masa con ayuda de una cuchara.
Formar las croquetas, pasar por harina, huevo batido y pan rallado.
Freír, apartar en papel absorbente y servir.
Las frio en un cazo para no utilizar tanto aceite.