Si te has hecho la pregunta de siempre: ¿Qué hago hoy de comer?, la respuesta puede ser... salmorejo. Y si el día anterior ha sido de festejos, resulta ideal para recuperar fuerzas y equilibrar nuestro organismo.
Este plato aporta los innumerables beneficios del tomate, entre los que destaca la prevención de distintos tipos de cáncer, ayuda a reducir el colesterol, el riesgo de infecciones y de infarto. Y es que posee licopeno, sustancia que le da su color rojo, y que resulta fundamental para nuestro organismo.
La remolacha le aporta, además de su maravilloso color (betanina), sus propiedades anticancerígenas y mineralizantes.
¡Riquísimo salmorejo!
- 1k. de tomates maduros
- 1 vasito de aceite de oliva (100 g)
- 1 rebanada de pan
- 3 remolachas cocidas pequeñas, o 2 medianas....(al gusto)
- 1 - 2 dientes de ajo pelados (según tamaño, o al gusto)
- 1 cucharada rasa de sal (o pellizco de sal)
- 1 - 2 cucharadas de buen vinagre de vino o de manzana (al gusto)
- 1 huevo duro.
Modo de hacerlo:
En una batidora potente ponemos todos los ingredientes menos el aceite: los tomates, con piel, bien limpios y troceados, las remolachas, la rebanada de pan, los 2 dientes de ajo sin germen, la cucharada rasa de sal y la de vinagre y el huevo duro. Triturar hasta quedar muy fino (2 minutos escasos).
*Si lo trituras con el huevo duro incorporado, saldrá más cremoso y suave.
A continuación añadir el aceite y seguir batiendo más suave unos 30 segundos.
Probar y rectificar sabores.
Adornar con huevo duro y jamón picadito si lo crees conveniente. O solo chorrito de aceite. Fácil, saludable y muy rico.