Nuestro amigo Chavi, Tomás Guil, nos tiene acostumbrados a este riquísimo arroz caldoso o arrolito, como el lo ha bautizado. A pesar que lo hizo en la Juliana, una preciosa aldea de Almonaster la Real en la sierra de Huelva, utilizó ingredientes de nuestras costas: chocos, almejas y gambas - "No necesita más"- nos comenta Chavi.
Lo hizo a su estilo, sacando el máximo provecho a los ingredientes, dejando que cada uno de ellos pierda parte de su identidad en beneficio del sabor.
Nos comenta que -"el secreto está en el sofrito que requiere su tiempo y algún truquillo..."-.
Así que prestamos mucha atención, los allí presentes, para no perdernos nada.
El refrito lo deja meloso, lo mima removiéndo sin prisas, integrando todos sus elementos.
Ingredientes para 6 personas:
1 . El refrito:
Tomás pone en un perol un poco de aceite de oliva y echa los 3 dientes de ajo y la cebolla muy picaditos. Frie a fuego lento unos minutos y agrega el apio y los pimientos rojo y verde también muy picados.
Tomás sigue pochando un poco más y añade los chocos muy picados para que se hagan pronto y pone 1 hoja de laurel, unos granos de pimienta negra, media guindillita y sal.
Además en previsión pone a calentar el agua para el arroz. Esta vez no ha utilizado el caldo de cocer las cáscaras de las gambas.
Es aquí, ahora, donde entra en acción otros factores: una copa de vino y un cante mientras el choco pone meloso el refrito antes de agregar el tomate.
Cuando el choco está casi tierno añade los tomates picados y sigue pochando, sin prisas, hasta integrar los ingredientes.
A continuacion le pone una cucharadita de pimentón y azafrán.
El refrito está listo.
2 . El arroz:
Agrega al refrito el agua caliente y el vino blanco (que él echa a ojo). Lo deja hervir unos instantes para evaporar el alcohol y añade un poco más de agua caliente y el arroz. Nos comenta que a él le gusta el arroz muy caldoso.
El arroz va a hervir 15 minutos, pero a los 10 minutos le incorpora las almejas y las gambas y vigila hasta que se cumplan los 15 minutos de cocción del arroz y tapa la cacerola 3 minutos para que repose. Listo ¡Un máquina!
Lo hizo a su estilo, sacando el máximo provecho a los ingredientes, dejando que cada uno de ellos pierda parte de su identidad en beneficio del sabor.
Nos comenta que -"el secreto está en el sofrito que requiere su tiempo y algún truquillo..."-.
Así que prestamos mucha atención, los allí presentes, para no perdernos nada.
El refrito lo deja meloso, lo mima removiéndo sin prisas, integrando todos sus elementos.
Pero hay algo más y es que no sé si el fandango que canta, mientras hace el refrito, tiene algún poder alquímico, como una especie de mantra benefactor que influye en el resultado.... ¡Habrá que ponerse a ello!
- 300 - 350 g de arroz
- 1 cebolla
- 3 dientes de ajo
- 1/2 pimiento rojo pequeño
- 1/2 pimiento verde pequeño
- 1/2 tallo de apio
- 3 tomates pequeños en rama
- 250 g de choco limpio (1 choco pequeño)
- 1/2 k de almejas
- 1/2 k de gambas
- 1 hoja de laurel
- Pimienta negra en grano
- Media guindilla pequeña (opcional)
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Azafrán
- Agua 3 veces el volumen del arroz. Y un poco más.
- 1 vaso de vino blanco
- Sal marina
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Un fandango
Antes que nada,Tomás se entretuvo en pelar las gambas y picar el choco, así como los ingredientes del sofrito, porque -"conviene tenerlos a mano"-.
Tomás pone en un perol un poco de aceite de oliva y echa los 3 dientes de ajo y la cebolla muy picaditos. Frie a fuego lento unos minutos y agrega el apio y los pimientos rojo y verde también muy picados.
Es aquí, ahora, donde entra en acción otros factores: una copa de vino y un cante mientras el choco pone meloso el refrito antes de agregar el tomate.
A continuacion le pone una cucharadita de pimentón y azafrán.
El refrito está listo.
Agrega al refrito el agua caliente y el vino blanco (que él echa a ojo). Lo deja hervir unos instantes para evaporar el alcohol y añade un poco más de agua caliente y el arroz. Nos comenta que a él le gusta el arroz muy caldoso.
La Juliana:
Nuestros amigos Tomás y Lola tienen una casa en La juliana donde se escapan cada vez que pueden, una casa que disfrutamos los amigos mas que los dueños, ya que nos la ofrece con generosidad llave en mano.
