Esta tarta es tan fácil como sabrosa, una tarta refrescante y sin complicaciones, muy saludable y absolutamente rica!!!
Esta vez con piña de lata, pero si la quieres hacer con piña fresca, el procedimiento es el mismo, solo que la piña debe estar muy bien pelada y el troncho central quitado. Conviene recoger los jugos que suelte al cortarla.
Ingredientes:
- 1 lata de piña en su jugo de 500 g aproximadamente
- 350 g de queso Philadelphia
- 250 g de yogur griego natural sin azúcar
- 200 g de nata de repostería
- 50 g de azúcar (o 1/2 cucharadita de Estevia, o al gusto)
- 6 hojas de gelatina
- 1 sobre de flanín "El Niño" (o 30 g de maizena, 2 cucharadas colmadas)
Base de galletas:
- 300 g de galletas
- 100 g de mantequilla
*Uso un molde de 26 cm de diámetro que puede ser de cristal, o metálico desmontable.
*¿Porqué "Flanín El Niño"? Porque es maizena pero con aroma de vainilla que aporta un gran sabor.
1. Forrar la base de un molde metálico con papel de hornear, engrasar con un poco de mantequilla.
Triturar las galletas con la mantequilla ablandada, echar la mezcla en el molde, apretar para compactarla y enfriar en el frigorífico.
2. Triturar las rodajas de piña con su jugo.
Añadir el sobre de Flanìn El niño, o polvos de flan del que tengas, o 30 g de maizena. Batir un poco más para integrarlo con el batido.
Echar la mezcla en un cazo y espesar a fuego lento. Es como una natilla de piña.
Apartar unas 3 cucharadas de natilla de piña para adornar la tarta. Reservar.
En un bol con agua remojar las hojas de gelatina para que se hidraten. Cuestión de minutos.
Mientras hacemos la crema de queso.
3. La crema de queso:
Mientras se hidrata la gelatina poner en un recipiente de cristal la nata bien fría y batir hasta que espese y crezca un poco.
Incorporar los 350 g de queso Philadelphia, 250 g de yogur griego y la natilla de piña de la cacerola. Seguir batiendo un poco más.
En esa misma cacerola con restos de la natilla, echar 2 cucharadas soperas de agua y las hojas de gelatina que ya estarán hidratadas.
Calentar solo un poco y remover para que se derritan del todo en unos instantes. No deben hervir, es solo calentar un poco.
A la mezcla de queso anterior, incorporar la gelatina del cazo y batir unos segundos para que se integre bien. Probar de dulce y rectificar al gusto. Yo con un poco de estevia líquida, no uso azúcar. Remover de forma envolvente con espátula y queda terminada la crema de queso.
3. Verter en el molde, alisar con espátula repartiendo bien.
Echar encima las tres cucharadas de natilla de piña que reservamos, para dar un toque de color a la tarta.
Enfriar en el frigorífico al menos 4 horas. De un día para otro queda de lujo.
A la hora de llevar a la mesa, desmoldar pasando un cuchillo alrededor para separarla bien del molde. Deslizar del papel a la bandeja y servir en porciones.