Este plato es precursor del verano con su potente color y sabor. El calabacín tiene una textura delicada que combina muy bien con otras hortalizas de primavera y verano. Mejor comprarlos alargados y verdes pero pequeños, o no demasiado grandes que pueden tener fibra esponjosa en el centro y son menos sabrosos.
Los langostinos combinan a la perfección con los calabacines, se hacen rápido y solo hay que coronar el plato con ellos para marcar la diferencia de la manera más fácil.
Ingredientes:
- 2 calabacines (no grandes)
- 1 berenjena
- 1/2 cebolla
- 2-3 dientes de ajo
- 300 - 400 g de langostinos
- Para los langostinos: 2 dientes de ajo, 1 guindilla pequeña (cayena)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
1. Pelar la berenjena parcialmente. Cortar en daditos, poner en un escurridor con algo de sal y dejar escurrir un rato. Así sueltan su agua y se suavizan.
Enjuagar la berenjenas y escurrirlas bien. Freír en sartén con un poco de aceite de oliva. No poner sal, ya le pusimos en el escurridor y no admite mas.
Sacar a un plato con ayuda de una espumadera. Dejar en espera.
2. Los calabacines:En la misma sartén con un chorrito de aceite freír la cebolla muy picada y los 2-3 dientes de ajo.
Incorporar los calabacines parcialmente pelados y cortados a cuadritos del mismo tamaño que la berenjena. Poner algo de sal y freír hasta que estén tiernos.
Una vez fritos añadir la berenjena frita del plato reservado. Remover y dejar en espera.
3. Los langostinos:
Pelar los langostinos. Poner algo de sal. Poca.
Echar en sartén, con algo de aceite, los 2 dientes de ajo fileteados finos y la guindilla.
Freír y cuando empiecen a cambiar de color echar los langostinos.
Remover a fuego medio- fuerte y si quieres le puedes poner chorrito mínimo de vino (opcional).
Enseguida cambiar de color y se reduce la salsa. Sacar la guindilla.
Para servir ponemos en una fuente los calabacines con la berenjena y encima los langostinos con sus ajitos y sus jugos. Servir caliente.